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Medellín enfrenta el desafío de diseñar un sistema de arbolado urbano con visión ecológica y social

  • 7 de 20 individuos arbóreos no son raizales de Medellín.
  • Se presenta pérdida de biodiversidad debido a la transformación de los ecosistemas.
  • “El sistema arbóreo atraviesa una crisis de gestión y prevención”, concejal Santiago Narváez.

 

Medellín se encuentra en una encrucijada ecológica. El arbolado urbano, más allá de ser ornamento o sombra pasajera, constituye un sistema vital que atraviesa lo ambiental, lo social y lo urbano. La reciente sesión de control político en el Concejo reveló tanto la riqueza forestal de la ciudad como las alarmantes cifras de caídas de árboles, pérdidas humanas y el déficit en la gestión interinstitucional. 

 

Con más de 465 mil árboles registrados en el Sistema de Árbol Urbano – SAU, los Concejales exigieron una política integrada, que deje de ver al árbol como un estorbo y lo reconozca como parte del tejido vivo de Medellín.

 

El experto Juan Camilo Villegas, coordinador del Grupo de Ecología Aplicada de la Universidad de Antioquia, enfatizó que el cambio climático y la expansión urbana están poniendo a prueba los sistemas ecológicos de la ciudad. Precisó que las soluciones actuales han sido insuficientes y urgió a una transición desde un arbolado paisajístico hacia un arbolado funcional, capaz de regular el microclima, mejorar la calidad del aire y sostener la biodiversidad. 

 

De igual manera, planteó que el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá – SIATA, debe fortalecerse e integrarse al manejo del arbolado urbano como herramienta clave para entender y anticipar los impactos ambientales. El árbol es infraestructura ecológica y debe ser tratado como tal, afirmó.

 

El concejal Santiago Narváez, bancada citante, expuso con contundencia que el sistema arbóreo atraviesa una crisis de gestión y prevención. Señaló que entre 2022 y 2024 se reportaron más de 3.700 desplomes de árboles, un promedio de 3,3 caídas por día y en lo que va de 2025, hasta el 4 de abril, ya se habían registrado 310 caídas, una cifra apenas inferior, pero con saldo trágico de una persona fallecida y más de quince lesionadas. 

 

Es importante identificar los puntos más críticos de riesgo de caída de árboles y qué acciones vamos a seguir implementando para mejorar el arbolado urbano, integrando acciones con el SIATA y los ciudadanos para generar alertas tempranas. Medellín requiere educación, cultura, compromiso e inversión para ser una ciudad más sostenible en temas de arbolado, añadió el Corporado. 

Además, cuestionó la dispersión de competencias entre secretarías y entidades, reclamando que todo el sistema arbóreo sea gestionado desde la Secretaría de Medio Ambiente y no fragmentado entre distintas dependencias.

 

La cabildante Leticia Orrego, segunda bancada citante, subrayó que esta es una emergencia silenciosa porque cada vez que llueve, Medellín teme la caída de un árbol. Hemos perdido vidas y el arbolado está herido, indicó. Reconoció que Medellín ha sido distinguida como Ciudad Árbol del Mundo por tercer año consecutivo, pero cuestionó si este título está siendo honrado en la práctica. 

 

Vivimos en un paraíso arbóreo con más de 465 mil árboles y una ciudadanía que, en un 46%, se siente satisfecha con su presencia, especialmente en El Poblado y Laureles. Pero en las laderas nororiental y noroccidental, la realidad es otra, concluyó.

 

Mientras que el concejal Alejandro Arias, tercera bancada, destacó que el arbolado no está en el imaginario colectivo como un asunto prioritario, pero debería estarlo. Recordó que la meta distrital era sembrar 100 mil árboles en este periodo y ya se ha plantado más de 68 mil, considerándolo un avance significativo, sin embargo, advirtió que algunas comunas como la Nororiental carecen del espacio físico para nuevas siembras, lo que pone en riesgo la equidad ambiental en la ciudad.

 

Otros Corporados indicaron que la relación entre calidad de vida y cobertura arbórea es evidente, indicando que las comunas con mejores índices de desarrollo como Laureles, La América y El Poblado tienen mayor densidad arbórea, mientras que comunas como Manrique o Santa Cruz, con menores niveles de bienestar, tienen menos cobertura verde. 

 

Cuestionaron la falta de acción anticipada, alertando que muchas tragedias podrían haberse evitado si se actuara antes del desplome, además, pidieron atención urgente a los parques infantiles, donde algunos árboles con riesgo amenazan la seguridad de los niños. Bajo la misma línea, enfatizaron en la estrategia de arborización integral y comunitaria, con participación ciudadana activa a través de convites porque la falta de árboles también es una forma de exclusión, aseguraron.

 

Desde el Área Metropolitana, su directora Paula Andrea Palacio Salazar, confirmó que se invertirán más de $34 mil millones en el fortalecimiento del SIATA y en programas como Plan Siembra y Plan Quebradas, con los que se busca reforestar y conectar ecológicamente el territorio, priorizando al Río Medellín como eje estructurante y reconoció que aún hay mucho por hacer, pero se están poniendo las bases de un sistema ecológico metropolitano coherente.

 

A su turno, la secretaria de Medio Ambiente, Ana Ligia Mora, detalló que en el censo arbóreo se registran 465.087 árboles, de los cuales 113 especies son nativas. Además, 697 árboles han sido declarados patrimonio natural y cultural, protegidos bajo el Decreto 598 de 2019. Además, explicó que el diagnóstico de la vegetación urbana será la base del nuevo Plan Distrital de Silvicultura Urbana 2025-2026, el cual incluye caracterización, evaluación y estrategias para un bosque urbano sostenible.

 

Desde la Secretaría de Infraestructura, Jaime Andrés Naranjo agregó que se implementó un plan de choque tras recientes desplomes, evaluando cada árbol para determinar su estado vital y riesgo potencial. Indicó que en la ciudad existen actualmente 782 árboles con autorización de tala, 99 de ellos con ficha de riesgo, aunque recalcó que no toda tala implica amenaza, y que muchas responden a presiones urbanas o factores ecológicos.

 

Para concluir, Luis Eduardo Valencia, representante de EPM, recordó que más de 216.700 árboles están en cercanía a redes eléctricas. En 2024 se invirtieron $7.296 millones en intervenciones forestales y en 2025, hasta febrero, ya se habían ejecutado $1.086 millones. Proyectó que para el cierre del año se superarán nuevamente los $7.000 millones y precisó que el arbolado no es un obstáculo, es una oportunidad, por eso el trabajo articulado es la apuesta de EPM para que Medellín sea el mejor lugar para vivir.