- En Medellín, el cuidado de la niñez no puede seguir siendo un asunto de rutina o cifras, es una responsabilidad colectiva que define el futuro de la ciudad.
- Desde el Concejo se alzó la voz para poner en el centro el bienestar de los niños y niñas durante sus primeros años de vida, evaluando a fondo cómo opera y qué transformaciones requiere el programa Buen Comienzo.
Con los ojos puestos en el futuro de Medellín, los Concejales examinaron cómo se está cuidando el presente de los niños y niñas durante sus primeros años de vida, centrando la atención en el programa Buen Comienzo, programa clave para el desarrollo integral de la primera infancia en la ciudad. La evaluación de estrategias, retos y avances del mismo convocó el interés de múltiples voces, desde la ciudadanía hasta la institucionalidad.
Leidy Arroyo Díaz, habitante de San Javier – La Loma, manifestó la preocupación de su comunidad por la baja presencia institucional del programa Buen Comienzo en la zona. Explicó que en este territorio habitan entre 200 y 300 niños que requieren atención, pero no cuentan con un espacio cercano que les permita socializar ni acceder de manera efectiva a los beneficios del programa. La unidad más próxima se encuentra aproximadamente a 20 minutos, bajando hacia San Cristóbal, lo que representa un desplazamiento considerable para muchas familias que no tienen los recursos para costear el transporte.
Aunque reconoció la existencia de una modalidad familiar en el centro de salud, señaló que esta no responde a las necesidades reales de la infancia en su territorio. Por ello, hizo un llamado urgente para que Buen Comienzo fortalezca su presencia territorial con estrategias más ajustadas a las condiciones de vida de esta comunidad.
La concejal Camila Gaviria, citante del debate, centró su intervención en la importancia de fortalecer la modalidad familiar dentro del programa Buen Comienzo, señalando que es clave para garantizar la atención integral a las familias gestantes, lactantes y con niños menores de cinco años. Expresó que este espacio debe ser una oportunidad para dialogar sobre los retos actuales y las mejoras necesarias.
Entre los desafíos identificados, resaltó el bienestar de los agentes educativos, quienes requieren condiciones laborales dignas y procesos de acompañamiento psicosocial constantes. También propuso crear una campaña de ciudad que impulse buenas prácticas de crianza, cuidado y corresponsabilidad. Destacó el programa Buen Comienzo 365, que ha permitido llegar a familias en distintas comunas no solo con el componente alimentario, sino también con actividades que fortalecen los vínculos familiares.
En cuanto a resultados, la concejala presentó indicadores que muestran una disminución de la desnutrición crónica en niños atendidos por el programa. Asimismo, señaló que el índice de menores con bajo peso al nacer ha disminuido, lo cual demuestra que el enfoque integral del programa tiene efectos positivos en la salud infantil. También hizo referencia al indicador de desnutrición aguda, enfatizando que estos datos deben ser una base para defender la permanencia y fortalecimiento del programa.
Por su parte, la corporada Janeth Hurtado, segunda bancada citante, destacó la importancia de revisar y ajustar los formatos administrativos para que estos no distraigan la atención de lo esencial: el cuidado y desarrollo integral de niñas, niños y sus familias; y enfatizó en la necesidad de fortalecer el acompañamiento a los agentes educativos, señalando el aumento de la carga laboral y el desgaste emocional.
También se refirió a la implementación del Decreto 1411 de 2022, que establece lineamientos para la atención integral a la primera infancia desde las instituciones educativas. Valoró el inicio del piloto en 14 sedes oficiales de Medellín donde actualmente se benefician 300 niños y niñas, y destacó la importancia de evaluar sus resultados en términos de calidad del servicio, articulación interinstitucional y continuidad del proceso educativo.
Mencionó los avances y desafíos de Buen Comienzo, enfatizando la importancia de garantizar el desarrollo integral de la primera infancia. Señala que, aunque hubo un aumento significativo en la inversión —de $800 mil millones a $1.4 billones durante el cuatrienio—, los retos persisten y requieren una respuesta técnica y humana más profunda.
Mientras que el cabildante Miguel Iguarán, tercera bancada, reconoció los avances de Buen Comienzo, destacando la implementación del jardín integral como una estrategia que fortalece el modelo educativo de primera infancia, así como la inversión en infraestructura, la expansión del enfoque nutricional y la articulación interinstitucional con las Secretarías de Salud y Educación. Sin embargo, señaló la disminución preocupante en la tasa de tránsito armónico hacia la educación regular, que pasó del 98% en 2023 al 84% en 2024, y cuestionó el cumplimiento del indicador.
Evidenció inconsistencias en el sistema SIBUC, que afectan la trazabilidad de la información; solicitó revisar los procesos de supervisión y liquidación de vigencias anteriores que han generado reprocesos injustificados; e insistió en la necesidad de consolidar una relación más colaborativa entre Buen Comienzo y los operadores, fortalecer la atención a niños con alteraciones del desarrollo, y avanzar en estrategias de bienestar, autocuidado y formación docente con enfoque diferencial e intercultural.
Por su parte, la directora de la Unidad Administrativa Especial Buen Comienzo, Diana Carmona, presentó los avances en la implementación de un enfoque integral que articula salud, nutrición, pedagogía y protección. Uno de los principales logros es la inclusión del perfil de auxiliar de enfermería, que ha permitido que el 92,1% de los niños accedan a valoraciones integrales, además, el 97,9% tiene el esquema de vacunación completo y el 97,4% está afiliado al sistema de salud.
En nutrición, resaltó el impacto del programa Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer, cuyos indicadores muestran avances significativos: el 84,6% de los niños con desnutrición aguda presentaron mejoría, se cubre el 80% de los requerimientos nutricionales diarios, aumentó el consumo de frutas y proteínas, y se redujo la frecuencia de sopas para fomentar la masticación.
Por último, expresó que se tiene diseñado un Plan de Salud Mental para Agentes Educativos, que incluye atención psicológica, formación en competencias socioemocionales, jornadas de bienestar, y participación en eventos formativos; agregó que durante el 2024 y 2025 se ha garantizado el acompañamiento al 100% de los casos de presunta vulneración de derechos y se han fortalecido las estrategias de movilización social, activando mesas comunales, planes de acción local, festivales y participación comunitaria, conectando así la política pública con los territorios.



