Boletín 024
25 de febrero de 2020
En sesión plenaria realizada hoy, los Corporados hicieron reflexiones sobre la Seguridad Alimentaria en Medellín, en la cual manifestaron que en el marco del Plan de Desarrollo se deben fortalecer las estrategias que mitiguen la malnutrición e hicieron un llamado para que haya mayor articulación con las instituciones competentes.
Sobre el tema, el concejal John Jaime Moncada Ospina, primera bancada citante, manifestó su preocupación por la diversidad de programas con los que cuenta la municipalidad para contrarrestar la malnutrición, pero no cumplen con los objetivos planteados en esta materia; al respecto, propuso una mesa de trabajo articulada entre el sector público-privado y la academia para fortalecer el tema nutricional de la ciudad.
Pidió revisar temas primordiales que consoliden las estrategias en el marco del Plan de Desarrollo en construcción y planteó algunos retos a la Administración para erradicar el hambre al 2030 en Medellín, entre ellos, fortalecer la estrategia de alimentación de la iniciativa Buen Comienzo 1000 días, clave en la formación y desarrollo del menor e implementar la estrategia integral de atención (agua segura, educación, alimentación, seguridad, deporte y recreación) etcétera.
Por su parte, el concejal Luis Bernardo Vélez Montoya, segunda bancada citante, indicó que vale la pena hacer seguimiento a la Política Pública de la Seguridad Alimentaria y las transformaciones para continuar trabajando en bajar los índices de la mala alimentación de la población, además, dijo que tener una buena alimentación implican varios factores: familiares, entornos sociales, entre otros, y para ello se busca construir un Plan de Desarrollo que disminuya la desnutrición en el territorio.
Para finalizar, manifestó la importancia de articularse con todos los actores como fundaciones, organizaciones, cadenas de comercialización y la administración para complementar las estrategias y así lograr mejores resultados en los proyectos que están enfocados a disminuir el hambre en Medellín.
Por su parte, la concejal Nataly Vélez Lopera, tercera bancada citante, señaló que se requiere estudiar el alcance de algunos programas como Entornos Familiares, Madres Gestantes y Lactantes, que hacen parte del componente Buen Comienzo, que por su poco avance, han impactado negativamente en la seguridad nutricional.
Hizo énfasis en la necesidad de priorizar y focalizar las políticas y programas de alimentación y nutrición para enfrentar la doble carga de malnutrición, debido a carencias y excesos nutricionales hallados; avanzar en la estrategia para disminuir las cifras de embarazo adolescente e insistió en una política pública georreferenciada que se articule con Buen Comienzo para llevar a cero la etapa de desnutrición infantil.
Concejales que participaron de la plenaria, manifestaron que también es importante proteger el sector rural y solicitaron que en la construcción del Plan de Desarrollo se le garantice al campesino la producción y comercialización de sus productos para el desarrollo agroindustrial de la capital antioqueña, a su vez, como una forma de obtener alimentos con calidad.
En su exposición, la subsecretaria de Salud, Natalia López, aseveró que la entidad vigila permanentemente las condiciones alimentarias en la población vulnerable, sobre todo enfocados en la primera infancia.
Detalló que se realizan tamizaje a los estudiantes de las Instituciones Educativas, acompañamientos a las tiendas escolares en temas de saneamiento básico y oferta de productos saludables articulados con la Fundación Bloomberg que fomenta la alimentación saludable en los entornos educativas, también, se articulan con las EPS e IPS para capacitar a los profesionales en el lineamiento para el manejo de desnutrición aguda en menores de 5 años y articulación con el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
En relación, la secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Mónica Alejandra Gómez, expresó que se articulan con toda la política pública en torno a la seguridad alimentaria y nutricional para llevar a cabo acuerdos como acceso a los alimentos y complementación alimentaria, nutrición para la salud, huertas y sistemas agroalimentarios y fortalecimiento de los Bancos de Alimentos de la ciudad como articuladores de la solidaridad alimentaria y constructores de tejido social institucional y comunitario en Salud Alimentaria Nutricional-SAN.
Por su parte, la directora técnica de Buen Comienzo, Lina Gil, dijo que la institución se enfoca en las madres gestantes y garantiza rutas básicas para que las familias participantes reciban atención de calidad, evaluar el proceso nutricional y garantizar mayor cobertura en el territorio y estrategias especializadas en la intervención a la malnutrición por medio de acciones focalizadas, acompañamiento diferencial y psicoeducativo, activación de rutas de servicios y sostenibilidad de procesos para la vinculación en programas de atención integral a la primera infancia.
La subsecretaria de planeación PAE, Alejandra Márquez, explicó que el Programa de Alimentación Escolar-PAE es una estrategia de permanencia que aporta un complemento alimentario durante la jornada escolar. La proyección de 2020 es de 223.302 raciones diarias lo que significa surtir 454 comedores escolares con un total de recursos por $84.968.479.438 para operar la iniciativa y llegar a 223.302 cupos.
Representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura-FAO, dijeron que la iniciativa Cero Hambre es una política ejemplo con retos para la ciudad respecto a la nutrición alimentaria y tiene dimensiones que aportan al medio ambiente. Aseguran que este programa ayudaría a cerrar la brecha entre el sector urbano y rural, para que haya conexión entre la ciudadanía y mejore la calidad de vida con oportunidades para la sociedad.